Los valores en
la “era del vacío”
El Abogado del
diablo (The Devil’s Advocate) es un
clásico contemporáneo, con sus defectos y virtudes. Keanu Reeves está un poco
soso –¿en qué película no lo está?–, Al Pacino hace una vez más de Al Pacino,
el guion tiene sus lagunas, la dirección no se destaca por su destreza… Pero la
originalidad de su historia, el giro de la trama que nos va atrapando a medida
que todo se hace más y más retorcido, algunos diálogos exquisitos y los
planteos e interrogantes morales en torno de los cuales gira su argumento,
hacen de El Abogado… una parada
obligada de nuestro libro.
(...)
Como
dice Jorge Meconio, ese personaje de Peter Capusotto que representa a los
gurúes posmodernos y new age de una manera bastante descarnada: “Esta es
una buena época para ser hijo de puta, ¿por qué? Porque la gente ya no le da
pelota ni a la religión, ni a los grandes ideales comunitarios ni al comunismo
ni a toda esa mierda que son algunos de los grandes generadores de ética. Y la
ética es una mierda porque genera culpa y a menos ética y culpa, mayor libertad
tendrá nuestra ambición”. Lo podremos adornar con mil citas pero es difícil ser
más claro.
El
reemplazo de valores que estamos experimentando es imperfecto por la
incapacidad de perdurar en el tiempo de los principios que hoy rigen nuestra
existencia. Estos solo funcionan como generadores de angustias y respuestas
momentáneas. Somos más que hijos, esclavos de sus dictados. El hombre es medio
y el fin es espurio.
(...)
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